Eugenio Espejo

Un personaje polémico 

España busca nuevas y más sofisticadas formas de explotar sus colonias, es así que para 1765 la famosa Revolución de los Barrios de Quito3, se produce porque las autoridades, por orden real, pretenden hacer el negocio (recaudación de tributos, estancos, cobro de alcabalas, etc.) directamente, y sin la intervención de ningún estamento social, como se lo venía haciendo hasta esas fechas. Indirectamente se puede ver los resultados de la inconformidad popular con esta nueva política económica de la Corona, en las sublevaciones populares, anteriormente anotadas, incluidos los levantamientos indígenas.4 La economía de las Colonias se encontraba en ruinas y Quito no podía ser la excepción, aún así, se le quería seguir explotando sin tomar en cuenta que ya no había más de dónde hacerlo.

Como parte del plan de reorganización colonial existe otro acontecimiento clave en la época que vive Espejo: la expulsión de los jesuitas de todos los territorios españoles (mediante la Pragmática de Carlos III, en 1767) ; los jesuitas eran los encargados de educar

a los futuros cuadros de gobernantes, religiosos y clase político-dirigencial, pero acumulan gran poder económico y social, a más de ser una orden religiosa de avanzada que comulga individualmente, no así como cuerpo, con los avances científicos de la época. Además estructuran un pensamiento crítico con respecto a las monarquías absolutistas (siglo XVII), como Francisco Suárez S. J. o Juan de Mariana S.J. cuestionan el carácter divino de los reyes e incluso replantean la permanencia de éstos en el poder; cuando el pueblo sienta que no están capacitados para gobernar -sus libros pasarán a engrosar la lista de las obras prohibidas por el Índice, abalado por el Papa y la

Santa Inquisición, pero introducidos a América por varias vías y varias personas.

Los jesuitas, que de algún modo dan a conocer en América la Nueva Ciencia, dan inicio a lo que llama el Dr. Paladines, la caída del edificio Aristotélico- Tomista. Al ser expulsados son reemplazados por los dominicos, quienes regresan académicamente a concepciones filosóficas dogmáticas escolásticas, superadas muchos años atrás.